Debo permanecer o debo Partir: Una nueva calculadora del impuesto de matrimonio puede ayudarle a decidir
Yo sabía que ella estaba seriamente involucrada con alguien y estaba planeando una boda, pero asumí que iba a usar algún tipo de vestido de dama de honor pegajosa en lugar de enviar por correo electrónico la pregunta, “¿Qué inspiró eso?”
Su respuesta fue corta: “Seguro de salud”.
El empleador de mi amigo, resultó, ofreció cobertura para ella y su esposo, no para ella y su novio. Eso hizo una decisión que ya habían estado considerando mucho más fácil. Resultó ser la correcta: casi dos décadas después, todavía están casados.
Supongo que el seguro de salud no es la base para la mayoría de los matrimonios en los Estados Unidos de hoy. Pero a pesar de lo que se ve en las tiendas el día de San Valentín, la realidad es que la gente puede casarse por razones que tienen poco que ver con las velas y las rosas. Una de esas razones puede tener que ver con el dinero y más específicamente con los impuestos.
La historia de la tributación y el matrimonio es complicada. Solía ser el caso en los Estados Unidos que un ingreso igualó una declaración de impuestos. Esto tuvo sentido en la era anterior a la Segunda Guerra Mundial, donde las familias solían tener un solo ingreso. Como eso cambió y vimos el aumento de las familias de dos ingresos, un enfoque diferente era necesario. En 1948, el Congreso adoptó la declaración conjunta de impuestos donde los ingresos y las deducciones serían archivados en conjunto, resultando en un pago de impuestos aproximadamente el doble de una familia de dos ingresos que una familia de un solo ingreso.
En los años sesenta, más mujeres solteras obtuvieron títulos universitarios y se fueron a trabajar. Los declarantes solteros comenzaron a objetar a lo que creían que era una “pena de solteros”, donde una pareja casada recibía el equivalente a dos deducciones de una sola persona, incluso si no había dos ingresos. Esto era injusto, reclamó los solteros, porque los matrimonios dividieron los gastos y no merecían dos deducciones y exenciones completas. Singles afirmó que nuestro sistema fiscal estaba, de hecho, subvencionando el matrimonio.
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